La oxidación química in situ es una técnica de descontaminación que utiliza la acción de sustancias químicas denominadas oxidantes para convertir los contaminantes en otros subproductos menos nocivos y tóxicos.
Su aplicación se realiza en el propio emplazamiento contaminado, sin necesidad de excavar el suelo o extraer el agua.
La clave de la oxidación química in situ es mantener el contacto entre el oxidante y el contaminante el tiempo suficiente para asegurar su destrucción.
El proyecto LIFE DISCOVERED puso a prueba esta técnica en el acuífero fracturado del emplazamiento de Bailín. Actualmente se aplica a gran escala.
Se aplica en lugares contaminados por fases líquidas que contienen compuestos orgánicos tóxicos. Muchas de estas fases líquidas son hidrofóbicas y con densidades distintas a la del agua, lo que dificulta su extracción.
En principio de esta técnica es la inyección de unas sustancias denominadas surfactantes (jabones industriales) en el medio, mejorando la solubilidad de las fases líquidas orgánicas y facilitando su extracción.
Se han realizado varios ensayos en la zona inferior del vertedero de Sardas, en la ubicación donde se encontraba la balsa de lixiviados existente en el momento de operación del vertedero.
Se trata de una técnica de aplicación in situ que combina la extracción mejorada con surfactantes con la oxidación química in-situ.
En el proyecto LIFE SURFING, desarrollado en el emplazamiento de Bailín, está poniendo a prueba esta técnica en un acuífero fracturado con presencia de fase densa residual (DNAPL).
La electrorremedicación es una técnica consistente en la aplicación de corriente directa en suelos para la eliminación de contaminantes orgánicos e inorgánicos.
La aplicación se realiza mediante la colocación de dos electrodos en pozos separados a una distancia determinada. El campo eléctrico generado por los electrodos produce la movilidad de iones y coloides a los polos.
El laboratorio de Bailín dispone una zona para la realización de ensayos de electrorremediación a escala de laboratorio. Se están realizando ensayos piloto a escala de campo en el emplazamiento de Sardas.
La biorremediación se refiere a un conjunto de técnicas que utilizan sistemas biológicos – bien sean bacterias, plantas u hongos -, para la remediación de suelos contaminados. Todas ellas buscan degradas los contaminantes y convertirlos en compuestos no tóxicos o de menor toxicidad.
Algunas de las principales técnicas de biorremediación son:
La utilización de microorganismos para la degradación de contaminantes se encuentra ampliamente extendida, ya que ofrecen la posibilidad de aplicarlas en distintas matrices (agua, suelo, sistemas radiculares) y ambientes (aerobio, anaerobio…).
Los ecosistemas acuáticos y terrestres contienen un elevado número de bacterias formando consorcios bacterianos. Cada población o especie tiene una función dentro del consorcio, funcionando como un sistema solidario que se mantiene el equilibrio dentro del exosistema.
Los microorganismos también están presentes en los emplazamientos contaminados. Más aún, estas bacterias están adaptadas a las condiciones químicas del sitio y tienen capacidad para degradar los contaminantes locales.
Es por ello que la tendencia actual es la utilización de consorcios bacterianos autóctonos en técnicas de biorremediación, frente a los antiguos enfoques que buscaban microorganismos aislados capaces de biodegradar un contaminante específico.
Previamente a la aplicación de consorcios microbianos es necesario realizar un estudio de la microbiota autóctona, en varias fases:
Se ha llevado a cabo una investigación de los consorcios bacterianos de los tres eplazamientos contaminados por HCH en Aragón: Bailín, Sardas e Inquinosa. El laboratorio de Bailín dispone de un área exclusiva para las investigaciones microbiológicas.
Un tecnosuelo es un suelo artificial. Se pueden utilizar en remediación para la restauración de espacios degradados y contaminados.
Los tecnosuelos utilizados en biorremediación se elaboran a partir de una mezcla de suelo bien gradado y elevado contenido en finos, material estructurante, materia orgánica y nutrientes. Estos suelos se pueden tratar con ayuda de consorcios microbianos degradadores y/o sistemas vegetales con capacidad para metabolizar los contaminantes.
Se están llevando a cabo ensayos con tecnosuelos en el emplazamiento de Bailín.
Supone la aplicación de técnicas de biorremediación microbianas in situ, en el interior de sondeos y bajo el nivel freático. Para ello, se debe introducir inóculos de los consorcios bacterianos en un biorreactor que se insertará directamente en el agua del acuífero.
Actualmente se está trabajando en la aplicación de esta técnica en el acuífero de Bailín.
La fitorremediación es una técnica de descontaminación de suelos que se sirve de los procesos biológicos de las plantas y su capacidad para extraer, inmovilizar, degradar o volatilizar contaminantes.
El estudio de las asociaciones entre plantas, hongos y bacterias a nivel radicular con capacidad para degradar contaminantes tiene un interés especial, ya que su eficiencia podría ser incrementada con la adicción de consorcios seleccionados y métodos de bioaumentación.
Se ha iniciado el estudio de esta línea de investigación en especies vegetales del vertedero de Sardas.
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